viernes, 25 de mayo de 2012

La vocación de enseñar

El camino de las artes marciales, es un camino de toda la vida. He tenido la dicha y el honor de conocer maestros que después de muchos años siguen practicando como si fuera ayer, con el mismo ímpetu, con la misma disciplina y el mismo amor de cuando empezaron.

Algunos de ellos han alcanzado un nivel elevado en las artes y sobre todo, se han dedicado con entusiasmo a guiarnos en este camino, compartiendo sus conocimientos y enseñándonos la disciplina para seguir.

Sin embargo, como se dice popularmente: "en la vida hay de todo y hasta en las mejores familias pasa",  por lo que las artes marciales no son la excepción, es triste ver que muchos se apartan del camino, sólo porque lo único que desean es reconocimiento individual, sin entender que esto es casi un servicio social, que no es para ganar la presidencia ni para que se le rindan pleitesía y mucho menos para convertirse en millonario.

Lo bueno es que podemos encontrarnos con maestros que tengan ese espíritu de enseñar con tesón, con coraje, sin ningún interés económico de por medio, porque al fin y al cabo, el conocimiento es invaluable.

Conozco maestros que enseñan por mera vocación y amor, lo que el practicante le pueda aportar economicamente es insignificante a la par de lo que ellos pueden enseñarnos, no así pasa en muchos lugares donde el practicante paga grandes cantidades de dinero por una enseñanza mediocre y sin espíritu del budo, enseñanzas que dan como resultado  personas sin ningún valor marcial y convertidas en meros deportistas (sin menospreciar ningún deporte).

Los que estamos comenzando en este camino nos enfrentamos a muchos desafíos, el primero es nuestro propio cuerpo, el segundo nuestra mente y así sucesivamente encontramos una larga lista de obstáculos y retos que una vez superados nos dan la fuerza para seguir, y si a esa larga lista le agregamos enfrentarnos con mentes obtusas y falsos maestros, el camino se vuelve un poco más difícil y tenebroso.

Pero, a pesar de todo, el practicante debe de saber en lo más profundo de su corazón que los verdaderos artistas marciales, practican y enseñan el arte simplemente porque es una forma de vida, es un camino, es un DO. El verdadero sentido del sendero va mas lejos de lo que se puede ver con los ojos humanos, no se busca una aprobación ni un reconocimiento de los demás, para satifacer el egoísmo de sobresalir, se busca la evolucion del individuo, la comprension del ser. 

Las artes marciales tienen como fin hacer de las personas individuos humildes, serviciales, honestos, corteses, amistosos, con auto control, sinceros,  modestos, respetuosos, honorables,compasivos y honrados, todo esto envuelve a un verdadero artista marcial, un verdadero caminante del sendero. La mejoría espiritual debe estar de la mano con la mejoría física-mental y técnica del artista marcial, porque si no, se corre el riesgo del mal uso de las herramientas poderosas del combate. 






martes, 24 de abril de 2012

El poder de las artes marciales

Corren tiempos peligrosos para las artes marciales tradicionales.  Es una época muy confusa para el estudiante de artes marciales, quienes no saben a ciencia cierta si practican un deporte o un Arte Marcial.

Cuando un arte marcial se convierte en deporte olímpico desvirtúa su esencia y produce la erosión de la técnica, destruye la pureza estilista. Hoy día ni es un deporte ni es un arte marcial.

En los súper gimnasios de hoy se ofrece "enseñar" Karate Do, Tae kwon do, Judo o Jujitsu como si fuera un deporte popular más, a la par del boxeo o del béisbol, y peor aún, se prometen grados o cinturones como si se tratara de una carrera a la que hay que llegar lo antes posible, lo cual es totalmente contrario al espíritu marcial. Seguramente, los grandes maestros de todos los tiempos convulsionan en sus tumbas al ver cómo sus artes se toman tan a la ligera hoy en día y sobre todo cómo algunos se hacen llamar "maestros" portando cintas que les quedan anchas para su estrecho espíritu.


Salvar las tradiciones, seguir la disciplina, encontrar  el budo, controlar la fuerza física, el dominio de sí mismo, la humildad de espíritu, el honor y la fortaleza del caracter no son cosas que el hombre moderno entienda bien, se necesita corazón de guerrero y lealtad para andar el camino, de lo contrario, el practicante se reduce a un autómata repitiendo cientos de veces una serie de técnicas, ignorante del verdadero camino del guerrero.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Hapkido

HAPKIDO

El orígen de este arte es reciente, aunque un poco confuso, según las fuentes consultadas, su fundador fue Choi Yong Su.

Choi Yong Su , nació el 20 de julio de 1904, en la provincia de Chung Chong en Corea del Sur. Víctima de la ocupación japonesa y cuando era un niño de solo seis años, fue aceptado como hijo adoptivo y trasladado a Japón por un comerciante japonés, después de muchas vicisitudes fue aceptado como sirviente/hijo adoptivo del Gran Maestro Japonés Daito Ryu Aikijujutsu, Sokaku Takeda, el mismo que fue tutor y maestro de O Sensei Morihei Ueshiba.

El maestro Takeda era una persona muy orgullosa, descendiente directo de Samurais, por lo que aceptó como alumno a Choi Yong Sul, con la condición de que adoptara un nombre japonés y que renegara de las costumbres coreanas. Por lo que le estaba totalmente prohibido hablar en su lengua natal o comportarse como tal.

Cuando murió el maestro Takeda en 1943, Choi Yong Sul tenía treinta años y ya poseía conocimientos suficientes como para suceder a su maestro.Cuenta la historia que Choi volvió a Corea después de la muerte de Takeda y comenzó a estudiar artes coreanas enseñándo Yu Sool o Yawara (otros nombres para jujutsu), eventualmente llamando su "kwan" (escuela) el Hapki Kwan.

 El maestro comprobó que casi todas las Artes Marciales de su país tenian gran similitud, sobre todo en las técnicas de pierna. Gracias a su experiencia adquirida al lado del maestro Takeda, aprendió rápidamente y con facilidad las nuevas técnicas. Las influencias de las técnicas de pierna del Taekyun y las técnicas de otros estilos, junto con la ciencia del Daito-Ryu, le hicieron crear un arte propio que se llamó Yu Kwon Sul. En 1948, empezó la enseñanza de su nuevo arte, ahora con el nombre de HAP KI DO ("El Camino de la Unión de la Energía").

 Su dojo se abrió en la ciudad de Taegu, su ciudad natal y rápidamente aparecieron sus primeros alumnos. Dos de estos discípulos: JI Han Jae e In Hyuk Suh se convirtieron en líderes del Hapkido. El primero sería el principal miembro fundador de "Korean Hapkido Assosiation", y el mas fiel a las enseñanzas de su maestro, el segundo se separa para reorganizar el Ku Sul Won, un arte parecido al Hapkido, ya que tiene las mismas bases pero con más énfasis en la práctica de armas y Hyong (formas).

El ideograma chino es igual para HAPKIDO que para Aikido y solamente le diferenciaba la pronunciación.

En los 70's y 80's, el Hapkido se enseñó como estilo preferencial en las unidades elite de las fuerzas armadas Surcoreanas, por lo que también se le conoce como un arte de defensa personal militar, aunque la designación no sea correcta, pues su creador era un artista marcial con principios filosóficos y visualizó el camino al budo en cierta forma.


Sus técnicas de defensa y ataque se clasifican en 5 bloques principales, estos son:

CHIGUI SUL : Ataques con las manos.
CHIAP SUL : Presión y punzamientos de puntos nerviosos Hyoldo.
KOKKI SUL : Luxaciones de articulaciones.
DONCHIGUI SUL: Proyecciones, lanzamientos y barridos.
JOK SUL : Técnicas de patadas, saltos y rodillazos.

 El tipo de entrenamiento depende, en gran medida, del instructor. Como regla general, los principiantes se concentran en las patadas y golpes básicos, junto con unas pocas inmovilizaciones y lanzamientos. Algunas de las prácticas de técnicas básicas son de tipo formal, es decir, sin oponente, sin embargo, la mayoría se hace con un compañero con equipo fuertemente acolchado al cual el estudiante golpea y patea con toda su fuerza. Los estudiantes más avanzados agregan más técnicas y en más combinaciones. Hay algo de entrenamiento de armas en grados más avanzados, primariamente cinturón, kubutan, vara y vara corta. Algunas escuelas realizan formas (análogas a kata), otras no.

PRINCIPIO Y FILOSOFÍA
   
El Hapkido se basa en tres principios fundamentales estos son:
YU: Principio del agua, no oponer resistencia pero penetrar en la defensa del adversario y neutralizarlo utilizando para ello técnicas blandas ó duras.
WON: Principio del circulo, utilizar movimientos circulares para desviar la energía del oponente y aprovecharla en nuestro beneficio reduciendo o venciendolo.
WHA: Principio de la armonía, armonía entre las técnicas duras-blandas, armonía entre mente y cuerpo.Cuando se entrena Hapkido, debe existir una combinación simultánea de mente, cuerpo, espíritu, y técnicas. La armonía es el elemento más importante que uno debe lograr en su entrenamiento. Cuando uno encuentra la armonía con uno mismo, el próximo paso es armonizar con el agresor. y por último aprender a armonizar con el entorno. La tarea final está en mezclar la armonía que uno ha desarrollado con la del oponente y el entorno la debe combinar con las técnicas.

El Maestro Choi Yong Sul falleció en 1987, fue otro de los grandes hombres que murieron sin que se le reconociera su obra en vida.

viernes, 3 de febrero de 2012

El dolor físico en el tatami

O sensei Morihei Ueshiba tenía alrededor de 85 años cuando se fue de este mundo, a simple vista era un anciano común y corriente, pero una vez dentro de un tatami no era ni tan común y mucho menos corriente.

Le preguntaron en una entrevista radial que si debido a los problemas propios de la edad, sentía alguna vez mermada sus fuerzas cuando practicaba, él sonrió y respondió que cuando sus pies pizaban el tatami era otra persona, sus dolores y sus molestias quedaban afuera y que ahí dentro lo dominaba el arte. No sentía nada. Su mente dominaba su cuerpo. Su energía universal era superior a cualquier dolor físico.

Pensarán muchos, pero él era un maestro y por eso se comportaba así!!  y yo no.

Bueno, él empezó como todos, desde cero, pero entrenó su mente, su espiritu y su cuerpo con días, meses y años de constancia, disciplina y voluntad!

Somos seres vulnerables porque nuestro cuerpo físico es, aunque perfecto muy delicado y frágil y debemos cuidarlo como el templo que es, por lo tanto, deberíamos conocerlo para aprovecharlo mejor, conocer nuestras debilidades y fortalezas para sacarle el máximo provecho. Debemos de conocer el límite de nuestro cuerpo y trabajar en ello.

Lo más fácil en esta vida es quejarse,  y muchos que empiezan a entrenar un arte marcial se quejan de todo, del ejercicio, de la técnica, del sensei, del tatami, etc., y casualmente, éstos quejones son los mismos que quieren aprenderlo todo en una sola clase y sin que les duela nada, como si el conocimiento práctico y teórico se transmitiera por ósmosis. Aunque los hay algunos con muchos años de entrenamiento y aún siguen quejandose de cualquier cosa.

Bien decía Benjamin Franklin: "El que quiere conseguir algo en esta vida, debe moverse y pasar malos ratos para conseguirlo" Nada se consigue sentado o sólo observando! a excepción de la telequinesia por supuesto.


Hago votos para que, los que nos encontramos en este camino sigamos intentando aprender cada día a ser mejores artistas marciales y por ende mejores personas para nuestro entorno.