martes, 26 de noviembre de 2013

Actitud

Es fácil entrar al camino, mantenerse es lo difícil.

Los maestros lo dicen hasta la saciedad, el artista marcial es una persona de valores morales. Respeto, Humildad, Colaboración, Justicia, entre otras, cualidades que los antiguos samurais dejaron grabadas en el Budo, Código de comportamiento moral para todo guerrero.

El aprendizaje y el desarrollo debe ser integral, la mejoría en la técnica debe ir acompañada de una mejoría en la actitud del practicante, pues no se trata de pulir nuestro físico nada más, sino de cultivar también los valores humanos que es lo que al final diferencia a un practicante del budo de un simple atleta.

El respeto a los maestros y a los hermanos de práctica es un valor humano primordial a cultivar en el dojo, muchos llegan por primera vez y se comportan como lo hacen en sus casas, y no digo que sean todos, pero sí muchos, y entrar a un tatami no es como entrar a un centro comercial o a una tienda, es tu lugar sagrado donde entrenas tu cuerpo y tu espíritu, por lo tanto, debe ser tratado con respeto y protocolo, en un dojo circula energía y tu actitud mental y espiritual es la que hará que tu entrenamiento ese día sea óptimo y provechoso o, sea tedioso, aburrido e insípido, pero cualquiera que sea tu actitud al practicar no se te olvide nunca que al salir de un dojo no serás jamás el mismo.

Por tal razón, el entuasiasmo, la actitud positiva, la mentalidad abierta, el respeto a los demás y la disposición a aprender y seguir el camino son fundamentales para mantenerse siempre con la actitud  adecuada.

El Mestro es la persona que llega al Dojo y lo ves radiante impartiendo sus conocimientos y mas de una vez también su sabiduría, a pesar de que seguro tiene tantos o mas problemas cotidianos que sus estudiantes, y no se cansa ni de enseñarle repetidamente a los novatos ni de corregirle la técnica a los avanzados, eso, es el primer ejemplo que nos debe hacer reflexionar sobre nuestra actitud.

Ossu
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario